jueves, 2 de agosto de 2007

EL PUNTO DE PARTIDA: APROXIMACIÓN PSICOLÓGICA A LA PERSONALIDAD

Tu personalidad está basada en el sistema de pensamiento que rige tus creencias. Consciente, o no, eliges el sistema de pensamiento que te va a permitir expresar, primero por tus creencias y luego por tus acciones, una visión de ti mismo y, también, de tu relación con los demás y con el mundo que te rodea.

Siempre, basas tus pensamientos dirigiendo tu voluntad a una de las siguientes creencias:

. La separación.
. La unidad.

Cada una de estas dos actitudes rige los dos sistemas de pensamiento entre los que puedes elegir el tuyo:

. Por la separación de ti mismo te identificas con el dolor.
. A través de la unidad te estableces en el Amor.

Y según el sistema de pensamiento al que te adhieres, defines tus creencias y te procuras las experiencias.

En forma de esquema, podemos definir este proceso así:



SISTEMA DE PENSAMIENTO

Te crees solo y separado Te crees uno
de los demás seres. con todos los seres.


CREENCIAS

Crees que el mundo está Crees que la única
regido por el dolor. realidad es el Amor.


EXPERIENCIAS

Te guía aquello Te guía el conocimiento.
que quieres ver.


Te parece que eres Ves el Amor reflejado
diferente a los demás. en todos los seres.


Te empeñas en hacer reales Vives en plenitud.
tus deseos, tus ilusiones de
realidad.


Crees que lo que no está
sometido a tu deseo, te ataca.


Tú atacas, a la vez, para
defenderte.


Te crees culpable
y no sabes por qué.



Cada uno de estos sistemas de pensamiento te provee de una percepción de ti mismo radicalmente distinta. El apóstol Tomás definió esta diferencia en su Evangelio:

Si es Indivisible, se llenará de luz, pero si está dividido, se verá lleno de oscuridad.

Y en Un Curso de Milagros se especifica la posibilidad de elegir:

Tanto la paz como la culpabilidad son estados mentales que se pueden alcanzar. Y esos estados son el hogar de la emoción que los suscita, que, por consiguiente, es compatible con ellos. (UCDM. Cap.19-IV,10-9)

También concreta esta necesidad de elección el místico Abderrahmán Mohamed Maanán:

Obedecer es asumir el ser del otro. Por ello, se obedece a Allah con el conocimiento, la acción, la audacia, la generosidad, la justicia...

La tâ’a, la obediencia, es situarse en la proximidad de lo fecundo. Por el contrario, la desobediencia (ma’sía) es aislamiento en el ego, es rebeldía, es decir, es ajustarse al propio y exclusivo entendimiento de lo que deben ser las cosas, y se manifiesta en la envidia, el rencor, la avaricia, la ignorancia, la injusticia, todo lo que nos aparta de la fuente de la existencia. (Maanán, 2000:36)

Entonces, dependiendo si te crees dividido y culpable, o, te crees en paz y lleno de Amor, vuelves a hacer otra elección entre:

. Creerte cuerpo.
. Creerte energía, o espíritu.

Tu identificación con uno u otro de estos dos conceptos te va a demostrar qué sistema de pensamiento elegiste, pues esta elección te va a recordar tus creencias profundas, según el siguiente esquema:


CREENCIA



Te crees espíritu. Te crees cuerpo.


Deseas comprender Te crees indefenso
lo creado tal como es. y sientes miedo.


Tu propósito del mundo Te sientes culpable
lo compartes con todo. por creerte aislado.


El mundo es el lugar Para salir de tu dolor,
para alcanzar te creas ídolos salvadores.
la paz.


Encuentras inocencia Atacas a quienes te rodean
en toda situación porque no se ajustan al patrón
y en todo ser. de tus ídolos. Y descargas tu
dolor en las personas que amas.


Ves el mundo real. Te has fabricado un mundo de separación.


Conoces. Tu mente te muestra lo que tú quieres ver.

Como puedes comprobar, hay un efecto de ida y vuelta, de círculo cerrado, en cada uno de los dos sistemas de pensamiento. Algo así:

SISTEMA DE PENSAMIENTO

EXPERIENCIAS

CREENCIAS

Cada paso en esta cadena apoya al siguiente. Pero, aunque las experiencias que resultan de cada uno de estos sistemas de pensamiento las vives de una forma distinta, en realidad te dicen lo mismo, si aceptas recordar que, siempre, todo en la vida depende de tu propia voluntad. Míralo aquí:


TE RECONOCES LIBRE
PARA ELEGIR TUS CREENCIAS


TE ACEPTAS RESPONSABLE
DE TUS EXPERIENCIAS


TE ESTABLECES TE ESTABLECES
EN LA UNIDAD EN EL EGO



TIENES VIVENCIAS TIENES VIVENCIAS
DE PAZ DE CONFLICTO


TIENES RELACIONES LOS DEMÁS
SANAS TE DAN MIEDO


RECONOCES EN LA ATACAS
INOCENCIA


VIVES EN EL AMOR TE DEFIENDES DE LOS DEMÁS ATACÁNDOLES,
PERO, EN REALIDAD, ESTÁS
PIDIENDO AMOR A GRITOS.

Por esto, porque quieres vivir feliz, y no añorando la felicidad, es necesario que seas consciente de cual es tu voluntad. Tu responsabilidad está en:

. Reconocer y elegir aquello que quieres.
. No establecerte en lo que no quieres.

Los primeros cristianos advirtieron la necesidad de este proceso de introspección según El Evangelio de Felipe:

Tenemos que excavar la raíz del mal que está dentro, y arrancarla de nuestro corazón de raíz.

Será arrancada si la reconocemos, pero si la ignoramos se enraizará en nosotros y producirá su fruto en nuestro corazón.

Se apodera de nosotros. Somos sus esclavos. Nos cautiva, nos hace hacer lo que no queremos hacer, y lo que queremos hacer no lo hacemos.

Es poderosa porque no la hemos reconocido. (Vidal,1991:161)




TU VISIÓN DEL MUNDO

En definitiva, tú crees lo que te dices a ti mismo. Tus pensamientos generan tus experiencias, tanto si has elegido tu sistema de pensamiento conscientemente como si no.

Así pues, si algo no funciona en tu vida puedes ver qué creencias rigen lo que te va mal y puedes darte los pensamientos adecuados para cambiarlo. Eres libre para elegir los pensamientos que introduces en tu mente, y, también, eres libre para cambiarlos cuando tú quieras.

Gerald Jampolsky precisó la importancia de una elección adecuada:

A medida que aprendemos a dar más y descubrimos que dar es recibir, podemos ver por qué es importante que dejemos de invertir en la culpa, los juicios, los reproches y las condenas.

Al hacerlo descubrimos que debemos aceptar la responsabilidad de nuestra libertad y nuestra felicidad puesto que lo único que puede dañarnos son nuestros pensamientos. (Jampolsky, 1998:123)


Con la misma opinión, Robin Casarjian señaló la reducción de las experiencias en el mundo a partir de la propia limitación psicológica que te impones:

Las creencias subyacentes y muchas veces inconscientes que tenemos sobre nosotros mismos y la naturaleza humana, influyen y, en último término, determinan la capacidad y la disposición que tenemos a arriesgarnos, confiar, amar y perdonar. (Casarjian, 1994:49)


Así, la elección de tus creencias determina directamente la calidad de tus relaciones:

. Relación de conflicto
. Cada uno cree que el otro tiene lo que a él le falta.
. Te unes para tomar del otro lo que no tienes.
. Estableces la relación en crear diferencias.

. Relación de paz
. Cada uno ha mirado dentro de sí y no ve ninguna insuficiencia.
. Deseas extender tu ser completo uniéndote a otro igual en plenitud.
. No ves diferencias ni necesitas nada.

En la relación de conflicto necesitas al otro para:

. Acusarle de tus propios errores.
. Proyectar tu creencia en el ataque.
. Culpabilizarle de tu creencia en el sufrimiento y de tu creencia de no merecer amor.

En la relación de paz cada uno afirma en la otra persona sus creencias de:

. Entrega.
. Felicidad.
. Amor.

Pero, al igual que tus creencias determinan que vivas en el amor, o que pidas amor, todas tus relaciones también se basan en que:

. Extendáis el amor.
. Os pidáis amor.

Pues la ofensa, que parece contraria al amor, es una petición de amor que hace el ofensor al ofendido. Si el ofendido no conoce, se cree necesitado de venganza, pero si conoce el mundo real se establece la inocencia.


TU PERSONALIDAD

Tú tienes la capacidad de superar tus propias limitaciones.

Tú, como cada persona, perteneces a una esencia que se manifiesta a través de ti en:

. Tu voluntad, por la que eliges tu actitud ante las experiencias.
. Tu conciencia, por la que diriges tu vida.

En base a la voluntad en la que te determinas y a tu conciencia consciente, eliges las características para tus vivencias:

. Tu sistema de pensamiento.
. Tus creencias concretas.
. Tus acciones.

Así, esa esencia, definida en tu voluntad y tu conciencia, es la base de tu personalidad. Pero según maduras y acumulas experiencias, tu personalidad se divide en otras subpersonalidades. La psicóloga Robin Casarjian (1994:51) denomina a estos elementos de la personalidad como pautas de identificación organizadas que están compuestas por emociones, papeles y creencias.

Entonces, tu madurez está determinada por tu identificación:

. Con tu personalidad.
. Con tus diversas subpersonalidades.

Si te identificas con alguna de tus subpersonalidades, con algún aspecto concreto de tu personalidad, ésa es la perspectiva desde la que entiendes tu vida y la de los demás. Tienes, entonces, que crearte la distancia necesaria con tus diversas subpersonalidades para no identificarte con ninguna de ellas.

Robin Casarjian ahonda en esta cuestión cuando escribe:

Esa conciencia nos permite reconocer que somos algo más que la pauta que estamos experimentando en cualquier momento dado.

Hacerlo es el primer paso para dejar de experimentar el mundo a través de los ojos del pequeño yo, y verlo desde la perspectiva más amplia del Yo esencial.

En último término, la totalidad de quienes somos es mucho más grande que la suma de nuestras subpersonalidades. (Casarjian, 1994:52)


Así, la madurez de tus relaciones, contigo mismo y con los demás, depende de tu identificación con tu personalidad esencial o con tus distintas subpersonalidades:

- Relación contigo mismo
Puedes verte a ti mismo:
- Identificado con tu esencia.
- Identificado con alguna de tus subpersonalidades.

Pero, ¿cuáles son tus subpersonalidades?. Estas dependen de tu educación, de tu atención y de tu voluntad. Pueden ser, entre otras: Feliz, crítica, culpable, manipuladora, colérica, perfeccionista, dictatorial, etc.

Si te identificas con tu esencia, desarrollas una vida creativa. Pero si te identificas con alguna de tus subpersonalidades te limitas las experiencias y te expones a que la subpersonalidad opuesta en otra persona incentive la tuya. Por ejemplo, si te identificas con tu subpersonalidad “posesiva”, estás atrayendo la subpersonalidad “ladrona” de otra persona.

Y, entonces, se derrumban tus estados emocionales y psicológicos porque ha fallado la estructura de tu personalidad.


- Relación con los demás
Puedes relacionarte con los demás:
. Identificándote desde tu esencia con la esencia del otro. Con lo que puedes mantener una relación íntegra, madura y feliz.

. Creyéndote que eres una de tus subpersonalidades e identificándote con una subpersonalidad del otro. Tu relación, entonces, está basada en la dependencia y en la ignorancia.

Por ejemplo, si te identificas con que eres una persona débil, buscarás en el otro su identificación con ser una persona fuerte para sentirte protegido. Si te identificas con que eres una persona soberbia, buscas en el otro su identificación con ser una persona humilde.

Esto no es más que una asignación de papeles, un reparto circunstancial y limitado de roles que puede cambiar según tus distintos estados emocionales. Así, este tipo de relación carece de base y únicamente origina conflicto y dolor a todas las personas implicadas.

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