jueves, 2 de agosto de 2007

¿POR QUÉ NO CREES EN LA INOCENCIA?

Cuando sientes dificultades para aceptar a los demás, puede ser por estas razones:

1. No te aceptas a ti mismo.
2. Tu sistema de pensamiento, y tus creencias, se basa en la separación.

Cuando te sientes atacado, crees que tienes dos opciones por las que decidirte para responder a quien parece que te ataca:

. La venganza.
. La inocencia.

El único obstáculo que le pones a la inocencia está en que no quieres salir de tus complejos de inferioridad y de culpa, ya que sólo puedes ofrecer venganza si tú mismo crees en el dolor.

Si accedes a un intercambio de dolor, estás estableciendo una lucha de poder con la otra persona; le presionas para que cambie cuando tú mismo no asumes ese cambio.

Un Curso de Milagros opina a este respecto:

Cuando te alteras y pierdes la paz porque otro está tratando de resolver sus problemas valiéndose de fantasías, estás negándote a perdonarte a ti mismo por haber hecho exactamente lo mismo. (UCDM. Cap. 17, I, 6-5)


Y Bernabé Tierno mantiene la misma opinión:

Perdono cuando corrijo mi propia percepción errónea de que alguien me ha querido hacer daño de forma intencionada, con verdadera maldad.

Para despojarme de sospechas, rencores, juicios recriminatorios y resentimientos, es necesario que mi mente explique, comprenda los mecanismos internos que han podido impulsar al otro a tratarme de forma injusta, despiadada o desconsiderada. (Tierno, 1992 (I):216)



Puedes ver en el siguiente esquema los resortes que te mueven a extender la inocencia o no:


CREES QUE ALGUIEN TE ATACA


RESPONDES DESDE RESPONDES DESDE
EL EGO (Separación) EL AMOR (Unidad)



TE DEFIENDES COMPRENDES



ATACAS ACEPTAS: Ves una petición
de amor a través del dolor y respondes con inocencia.




De cualquier manera, hazte consciente de tus reacciones interiores:

. De aquello que realmente sientes.
Tal vez te resulta doloroso y reaccionas con ira, pues te has acostumbrado a negarte y a reprimirte.

. De si abandonas, o no, tu papel de víctima.
Como has pasado gran parte de tu vida sintiéndote víctima de los demás, puedes creer que si dejas de hacerlo pierdes tu personalidad. Si te has creído víctima de algunas circunstancias no es necesario que ahora te lo niegues, pero tampoco es necesario que sigas representando un papel que no te corresponde.


TUS CONCEPTOS ERRÓNEOS SOBRE LA INOCENCIA

Por lo general, las personas carecemos de un pensamiento libre que nos sea útil para discernir lo que es nuestra voluntad. Entregamos nuestro poder personal a gobiernos, religiones y multinacionales cuando aceptamos las consignas con que insistentemente nos bombardean.

Al recibir una información constante, repetida hasta la saciedad, automáticamente la interiorizamos y asimilamos las creencias que lleva en nuestro sistema de pensamiento. Así, podemos mantener una contradicción ideológica entre lo que decimos, a través de la razón, y lo que hacemos, nuestra profunda convicción.

Estas convicciones son ideas-base, creencias comunes y generalizadas que adoptamos apenas sin ser conscientes. Una de estas creencias interiorizadas en el corpus social es la que nos dice que la inocencia significa cobardía.

Este concepto erróneo está compuesto por ideas interesadas, a niveles políticos, religiosos y económicos, en mantener a las personas en la ignorancia de la separación íntima y con los demás. Algunas de estas ideas son:


1- CREES QUE TE TRAICIONAS PORQUE TE OLVIDAS DE LA OFENSA QUE RECIBES

Tu actitud cotidiana ante las experiencias que te ofrece la vida es engancharte a la rabia y al dolor.

El dolor te bloquea, acusa para que te mantengas sintiéndote culpable.

El paso necesario que te corresponde dar para salir del dolor es, precisamente, analizar esas circunstancias para saber el motivo de tu resentimiento como primer paso para liberarte de la ira.


2- CREES NECESARIA LA INOCENCIA, PERO CONSIDERAS QUE LOS DEMÁS NO LA MERECEN

Puedes entender que crees en la percepción inocente pero, también, que no lo sientes dentro de ti.

No importa. A pesar de que mantienes la rabia en tu interior, mantente fuerte en una actitud de inocencia para dar tiempo a que se diluyan tus contradicciones.

De esta manera, tu voluntad es la guía de lo que tú sientes, de cómo te consideras a ti mismo:

A- Si mantienes ira contra alguien porque consideras que en algún momento te hizo daño, tu actitud es la de ser merecedor de aquel daño y sigues dándote tú mismo el mismo daño que sentiste antes.

B- Si decides vivir con alegría y no mantener el dolor dentro de ti, tu voluntad es estar en paz contigo mismo.

Cuando no aceptas, tú eres quien sufre y quien se debate en el conflicto, no la otra persona.


3- SI PIDES PERDÓN, TE PARECE QUE RECONOCES QUE NO TIENES RAZÓN

Prefieres tener la razón, eso te da sensación de poder, antes que comunicar y compartir tus dudas. Pero ten en cuenta que:

I -Quien no perdona cree que tiene más personalidad identificándose con el dolor.

II -Quien pide perdón ofrece a la otra persona que no se identifique con el dolor.


4- CREES QUE SE VA A REPETIR TU MALA EXPERIENCIA

Tal vez estás creyendo que tienes que perdonar algo que no tiene perdón. Te da miedo volver a vivir lo mismo, pero con ese miedo te has condenado a revivirlo permanentemente dentro de ti.

Si temes que se repita un comportamiento, tuyo o de otra persona, estás generando tú mismo que suceda eso que no quieres vivir.

Reconocer la inocencia te favorece a ti, pues “te libera de tener que reproducir mentalmente una y otra vez esa escena que te hiere” (Bishop/Grunte, 1999:37), y favorece a la otra persona, porque le ofreces la posibilidad de contemplar la opción de la inocencia. Así, los dos contáis con la posibilidad de salir de la ira.
5- CREES QUE PERDONAS Y PIDES PERDÓN PORQUE NO TIENES UNA PERSONALIDAD MADURA

Cuando te dejas dominar por esa parte de tu mente que no es paz universal se invierte tu sistema de pensamiento y tus creencias se basan en:

. Te separas de ti mismo.
. Consideras reales tus propias ilusiones de separación y las aplicas a tus relaciones.

Así es como crees que te mantienes fuerte, cuando, en realidad, te debilitas a ti mismo, ya que luchas contra tu misma naturaleza.

Cuando en tus pensamientos sólo hay inocencia te fortaleces interiormente, pues:

. Te estás responsabilizando de lo que haces.
. Te alejas del orgullo, que es tu excusa por sentirte solo y rechazado.
. Afirmas y fortaleces tu verdad interior. Esto te da valentía y autoestima.


6- TE ENFADAS PARA SENTIRTE SEGURO

Puedes tener un concepto de la inocencia basado en que:

. Te crees indefenso.
. La otra persona no paga su culpa.

Pero en realidad es abandonar la ira y el enfado por lo pasado para no repetirlo en el presente. Y que te enfades no te protege del daño que te pueda ocurrir, sino que:

. Te haces daño tú mismo.
. Atraes nuevas experiencias de dolor.


7- CREES QUE NO PUEDES CONSIDERAR INOCENTE A LA OTRA PERSONA HASTA QUE NO SE DECLARE CULPABLE

Crees que siempre te toca a ti dar tu brazo a torcer. Y que no hay derecho a que los demás no tengan en cuenta tu dolor.

De esta manera, la inocencia no te parece justa y te mantienes enfadado esperando que la otra persona se arrepienta, con lo que te bloqueas, ya que decides que tu comportamiento sea una reacción a lo que haga la otra persona.


CARACTERES GENERALES DE LA INOCENCIA

Toda una serie de características generales definen a la actitud de la inocencia:

. Voluntad
Quien se expresa con insensibilidad o violencia está movido por el miedo. Su actitud es una petición de ayuda, una petición urgente de ser reconocido en el Amor. Por tanto, sólo tus condicionamientos te hacen creer que quien así se comporta es tu contrario o diferente a ti.

Y asumes tu poder real al dejar de considerarte una víctima y al percibir inocente todo

. Unidad
La inocencia, únicamente puede ser para todos. Te respetas a ti mismo porque dejas de tratarte injustamente cuando te aceptas. Respetas a todos los demás puesto que les confortas con el amor incondicional.

. Humildad
Cuando reconoces la inocencia fortaleces el poder de tu voluntad, porque eliges el amor para ti y para los demás. Y eres humilde ya que te reconoces exactamente como eres:

. Un ser espiritual.
. Uno con todos.

. Paz
Lleno, pletórico de paz, te deja la inocencia:

. Respiras bien.
. Estás siempre relajado.
. Te da fácil un llanto emocional, casi interno.
. Puedes asistir a una situación dolorosa desde una perspectiva de serenidad y entenderla de una forma no traumática.
. Aceptas a los demás tal como son, sin plantearte si te agradan o no.
. Te reconoces, junto con todo lo que existe, digno de Amor.
. Te sinceras contigo mismo y con los demás.

No hay comentarios: