jueves, 2 de agosto de 2007

LIBÉRATE DE LA CULPA

¿Cuál es tu voluntad cuando descubres en ti un sentimiento de culpa? Tienes dos opciones para elegir:

. Te mantienes aferrado al conflicto.
. Deshaces la culpabilidad.

Te aferras al conflicto cuando no examinas por qué sientes esa culpa. Pero si analizas qué te hace sentir culpable deshaces tu creencia en la culpa porque encuentras la causa: Que no tiene ningún origen.

Entonces, vuelve a ser necesario que enfoques tu voluntad en las siguientes ideas para afirmar tu conocimiento, en detrimento de tus ilusiones:

. Dices “no” cuando no quieres lo que se te ofrece.
. No te enfadas con nadie, pero no sigues el juego de quienes se enfadan.
. Los demás te atrapan en sus procesos psicológicos cuando tú te dejas.

Por otra parte, también es necesario que conozcas tu relación con el Amor, ahora que lo eliges para guía de tus creencias:


Atracción de la culpa.


Miedo al Amor.


En el Amor está el fin de la culpabilidad.


El Amor pasa por alto la culpa.


No tienes miedo.


No atacas.


Y, es necesario que te sitúes en el ahora, que cada pensamiento y en cada encuentro con otra persona elijas vivir en el presente. Cuando abres tu voluntad a toda la posibilidad de experiencias que te ofrece el universo, sólo puedes recibir lo mejor, el maravilloso Amor que necesitas para tu paz.

El pasado no puede limitarte si te aceptas las experiencias conflictivas vividas. Así, te abres a no repetirlas en el presente y sabes que tu presente eres tú. Revisa el siguiente esquema, que clarifica el proceso de liberación de la culpa, tanto en el presente como en el pasado:


LIBERACIÓN DE LA CULPA


PASADO


PRESENTE


VIVÍSTE UN CONFLICTO


EVITAS EL CONFLICTO


TE ACEPTAS


TE AMAS


No hay culpa. No es necesario que te sientas culpable, como escribió Louise Hay:

Nadie hace mal nada. Todos hacemos las cosas lo mejor que podemos con el entendimiento y la información de que disponemos. (Hay, 1999:96)


No es necesario que vuelvas a repetir tu pasado en tus experiencias
actuales. Ni necesitas ya las circunstancias que viviste. Ahora puedes vivir las experiencias que necesitas ahora, porque en este mismo momento puedes elegir lo que es tu voluntad.

Gerald Jamposky describió esta siempre posible elección de lo que es tu voluntad:

Cuando sabemos con certeza que nuestro estado natural es el amor, también sabemos que nada puede amenazarnos ni dañarnos.

Cuando no estamos seguros y tenemos dudas sobre quiénes y qué somos, el miedo y la culpa bloquean la expresión de estas emociones felices y alegres. (Jampolsky,1998:94)


Idea que también se resalta en Un Curso de Milagros:

No hay miedo en el mundo que tú mismo no hayas sembrado en él. Ni ninguno que puedas seguir viendo después de pedirles a los mensajeros del amor que lo desvanezcan. (UCDM. Cap.19-IVA,15-3)


La conjunción en tu voluntad de elegir el Amor y de no mantener en ti la culpa, clarifica, de forma definitiva, tu sistema de pensamiento:

. La paz y la culpabilidad son conceptos antitéticos, y sólo tú puedes estar en ti mismo y en estado de paz.

. El amor y la culpa no pueden coexistir, y aceptar uno supone deshacer al otro.

. La culpabilidad te impide la inocencia.

Por tanto, ten claro que deshacer tu sentimiento de culpa te lleva a reconocer tu inocencia.


PARA DESHACER TU CULPABILIDAD

Cuando intuyes tu inocencia, puedes sentir la sensación de que tienes que hacer algo para recuperar la tranquilidad. Es posible que te sea útil el siguiente proceso:

1. Reconoce el error en tus actitudes y acciones.

2. Pídete perdón a ti y a toda persona afectada. No esperes qué tipo de reacción pueda tener esa persona, para ti es indistinto pues lo que tú buscas es sanarte tú.

Es posible que esa persona no quiera abandonar aún su rabia porque la necesite para su propio proceso, por lo que tú debes de aceptar la posibilidad de que te siga culpando.

Nunca puedes estar pendiente de lo que decide la otra persona, pues te predispones a que no coincidan tus deseos con los suyos y a sentirte defraudado.

3. También puedes escribir tus sensaciones y sentimientos. Escribir es una forma muy directa de clarificarte.

4. Contempla con inocencia a todo ser.

5. Si en todo lo que te rodea ves inocencia, inocencia eres tú.

6. Ya no quieres, ni necesitas, atacar.

Pero tienes, aún, que seguir dirigiendo con decisión tu voluntad para serenar tu vida:

. Descansas lo suficiente.
. No tomas nada que altere tu cuerpo.
. Respiras conscientemente.


LA RAZÓN DE TU INOCENCIA

Liberado de la culpabilidad, encuentras la inocencia. Vivir la culpa era una decisión estrictamente tuya y tu voluntad de salir de ella te lleva a la inocencia, que es de todos, por lo que todos la entienden.

Y cuando aceptas que tú eres uno con todo y con todos, entonces te das cuenta de por qué ni en ti ni en nadie hubo nunca culpabilidad.

Ahora, ahora es cuando eliges para tu sistema de creencias la guía del Amor, la guía de la unidad. Te elevas porque decides vivir un momento único en cada momento, en unión, libre de límites.

Tú tienes una función muy especial que cumplir aquí en la tierra. Tu misión consiste en ver inocente a cada uno de todos los seres humanos. Y, curiosamente, todo ser humano tiene la misma función que tú.

Cada persona enseña y aprende este mensaje de modo diferente, pero hasta que no se aprende y se enseña conscientemente estamos sufriendo: Nos sentimos culpables.

Thomas Merton definió nuestra función en la tierra como la razón de nuestra vida misma:

Toda inocencia es una cuestión de creencia. No hablo ahora de acuerdo organizado, sino de convicciones personales interiores “en el espíritu”.

Estas convicciones son tan fuertes e innegables como la vida misma. Están arraigadas en la fidelidad a la vida más que a sistemas artificiales. (Merton, 1967:128)


La palabra clave es INOCENCIA. La inocencia es la actitud que corresponde a la felicidad, a la felicidad ahora, a la felicidad aquí.

Por la inocencia llegas a la felicidad:

1. Percibes inocentes a los demás.
2. Eres consciente de tus limitaciones.
3. Comprendes que vas a superar tus limitaciones.
4. Te reconoces inocente.

Y por la felicidad llegas al presente:

1. No culpas a nadie de tus propias experiencias.
2. Ves la realidad como es, no te fabricas ilusiones de realidad.
3. Te liberas de tus anclajes en el pasado.
4. Te abres a las experiencias de cada nuevo encuentro.
5. Habitas el presente.

Alégrate. Es tu maravillosa oportunidad para vivir en paz, feliz. Tú eres un faro de inocencia que desvanece las sombras de la culpa.

La luz de la inocencia está en ti porque esa es tu voluntad. Y brilla de tal forma, que tú resplandeces en un fulgor que te envuelve, tan fuerte como el sol pero pacífico como la felicidad. Tú eres un sol de paz.

La inocencia ya eres tú y tú eres la luz, porque, al fin, tu voluntad te guía por su reino, por el reino que te pertenece. Y así, ya conoces que:

1. Es imposible que te ataques a ti mismo.
2. Es una locura que te declares culpable.
3. Nadie puede ser culpable.
4. Si condenas, únicamente tú recibes el castigo.
5. Es una locura que pidas que se te castigue.
6. Si no consideras a nadie culpable, afirmas tu inocencia.
7. No tienes miedo de mirar en tu interior. Dentro de ti no hay culpa, únicamente dentro de ti está la gran luz: El Amor.

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