jueves, 2 de agosto de 2007

¿QUÉ ES LA INOCENCIA?

El cristiano tiene obligación de tratar a todos los demás como al mismo Cristo, respetando la vida de su prójimo como si fuera la vida de Cristo, y sus derechos como si fueran los derechos de Cristo. Aunque el prójimo se muestre injusto, perverso y odioso contra nosotros, el cristiano no puede asumir un juicio definitivo en su caso.

THOMAS MERTON




No es conveniente cavilar sobre faltas, pues ello tiende a desarrollar morbidez y depresión, las cuales actúan como muralla e impiden la acción de influencias espirituales.

En la práctica, es mejor dejar las faltas a un lado, hasta donde sea posible, y concentrarse en desarrollar las virtudes opuestas.

El éxito de la vida espiritual se alcanza, no luchando fieramente con la naturaleza inferior, sino aprendiendo a valuar y cultivar cosas superiores; porque, una vez hemos experimentado el bienestar y el gozo de la vida superior, los deseos y cosas inferiores palidecen y pierden su poder de atracción.

ARTURO E. POWELL















Cuando no sabías distinguir entre tus ilusiones y tu realidad, te engañabas a ti mismo. Intuías tu auto-engaño, pero te conformabas.

Así, cuando reconoces la inocencia en todo y para todos, sin ningún tipo de excepción, significa que aceptas lo real y que tus ilusiones de realidad desaparecen. De esta manera, percibes a los demás seres humanos libres, sin tratar de adecuarlos a tus deseos:

. No obligas a nadie a que te haga feliz.
. No coaccionas a nadie mediante la culpabilidad.
. No limitas a nadie imponiéndole obligaciones.


Y te percibes, por tanto, libre a ti mismo:

. Te responsabilizas de tu propia vida.
. Realizas tu voluntad de paz.


El fundamento de la realidad es un reconocimiento de tu inocencia y de tu plenitud en el Amor, a la vez que reconoces inocente y pleno en el amor a todo ser.

Esta es, pues, tu función: Ver en cada ser humano lo que él no ve. Y es la función de todos: Ver en el otro lo que él mismo no ve.

No se trata de quién tiene razón. Se trata de aceptar al Amor como base de las relaciones. Se trata de conocer la realidad y de basar tu vida en lo real, en la unidad.

Jesús pudo expresar esta realidad muy claramente, según está escrito en el Evangelio de María:

Todas las naturalezas, todas las formaciones, todas las criaturas existen las unas en las otras, las unas con las otras, y volverán de nuevo a ser llevadas a sus raíces. Porque su naturaleza es volver a las raíces de su sola naturaleza. (Vidal, 1991:129)

Por esto, con tu visión inocente, das significado a la vida:

. Te llenas de paz y paz extiendes.
. Aceptas a los demás por única razón de ser.
. Sientes la alegría de hacer lo correcto, tanto para ti como para todos.
. Te fortaleces en la humildad de aceptarte tal como eres.
. Te sientes digno, pues ante la posibilidad de corregir el error dejas de identificarte con lo erróneo.
. Sanas, ya que si a tu alrededor sólo percibes inocencia y amor, únicamente el amor puede habitar en ti.

Antonio Machado también creyó en ese mundo nuevo donde se entiende lo que se oye y se comprende lo que se ve:

Siempre he creído que la confesión de nuestros pecados y lo que es más difícil, de nuestros errores, formará siempre parte de una técnica psicológica para el lavado de nuestro mundo interior, y para el descubrimiento de los mejores paisajes de nuestro espíritu. (Machado, 1998(II):130)

Tú, transmites tu visión de inocencia con la paz que te define interiormente cuando haces tuyo:

. El principio de la inocencia.
. La inocencia como actitud.


EL PRINCIPIO DE LA INOCENCIA

Tu elección de la inocencia ha deshecho las sombras que no te dejaban ver la luz y has reconocido como tuya la visión del mundo en paz.

Tu voluntad te dirige en este proceso porque siempre eres libre para elegir, aunque las circunstancias de tu vida tienen un fin común, que es tu entrega voluntaria al Amor.

La inocencia se convierte, entonces, en tu guía, en el lenguaje que aprendes para poder comunicarte, según avanzas en la siguiente escala:

1. El error está en ti, y es sólo uno: Tu elección de la separación.
2. Abandona tus ilusiones de separación. Soñabas y creíste tu sueño realidad. Ahora, despierto, es evidente que tu realidad no ha cambiado. Y aceptas que la realidad, es realidad.
3. Eliges el Amor como realidad. Tu voluntad es la unidad.
4. Tu visión es la inocencia. Tu juicio único respecto a todo lo que te rodea, respecto a todos los seres humanos y respecto a ti, es el amor no-condicionado.

Por tanto, aplicas las características de tu nueva percepción del mundo a tu vida cotidiana:

. Te aceptas a ti mismo en el presente, intentando mantener en el Amor a cada uno de tus pensamientos y de tus acciones.
. Te entregas a los demás y les sirves sin emitir juicios.
. Aceptas a los demás sin intentar cambiarlos.
. Cada persona que ves, te trae un mensaje de Amor.
. Si te parece que alguien te ataca, en realidad esa persona te está pidiendo Amor.


LA INOCENCIA ES UNA ACTITUD

La inocencia es el medio por el que aprendes que nadie ha hecho nada que necesite perdón. Esto es Amor. Y Amor das cuando:

. Abandonas la costumbre de criticar.
. Dejas de hacer reproches a los demás y a ti mismo.
. No apoyas a los demás en el concepto erróneo que tengan de sí mismos. Cada persona es la pura esencia del Amor, aunque ella no lo crea.

Para tener Amor, lo das. Para darlo, elígelo para ti. Entrégate a la luz del Amor, como aconseja Gerald Jampolsky:

Muchos de nosotros vivimos en el mundo en un estado permanente de ansiedad. ¿Cómo desembarazarnos de estos pensamientos de miedo? No es tan complicado como a veces creemos, con tal de que estemos dispuestos a abandonar el viejo sistema de creencias.

Los niños saben cómo hacer que cosas aparentemente complicadas parezcan claras y simples. El perdón es la respuesta. Permite que suceda el milagro del amor de modo que podamos sanar nuestras relaciones y reconozcamos que no hay separación. (Jampolsky, 1998:98)



Tu entrega al Amor es imprescindible, pues estando ahí centrada tu voluntad, todo lo que no es Amor simplemente deja de existir. Y cuando en tu mente no hay dudas, se funde con la energía del Amor que le da vida y que hace posible todas las cosas.

Por esta fe, por esta voluntad de fusión con todo lo vivo, escribí, junto a Manuel Fernández Castilla, estos versos:

Sueño el amor que perdona
este abismo que no existe.
(Criado/Castilla)

Y eliges fundirte con todos los seres cuando te decides a elegir la inocencia para todos, como observó Robin Casarjian:

El perdón es una decisión, la de ver más allá de los límites de la personalidad de otra persona, de sus miedos, idiosincrasias, neurosis y errores, la decisión de ver una esencia pura, no condicionada por historias personales, que tiene una capacidad ilimitada y siempre es digna de respeto y amor. (Casarjian, 1994:41)


A todos, para todos, te entregas en el Amor:

. Con quien te encuentras.
. A quienes no sabes quién son.
. A quienes ves por un instante y luego olvidas.
. A quienes conociste hace mucho.
. A quienes conocerás.
. De quienes ya no te acuerdas.
. A quienes aún no han nacido.


Pues como escribió Lao-Tse:

El sabio es un buen salvador de hombres,
pues no encuentra motivo para rechazar a ninguno.
Es un buen auxiliador de todos los seres,
pues no encuentra motivo para excluir a ninguno.
(Medrano, 1994:41)


Y, ¿qué haces con quienes te parece que te ofenden? Responde, entonces, a lo que no es real ignorando lo que no ha sucedido. Pues tu respuesta natural ante cualquier ser que aún se mantiene en la creencia de la separación no puede ser otra que la inocencia. Así, entiendes:

. Que quien cree que te ofende, en realidad te está pidiendo ayuda desesperadamente.
. Que tú no apoyas su creencia en la separación cuando le ofreces como respuesta la inocencia.
. Que extiendes la unidad.

Con esta actitud, estás ofreciendo realidad a la proposición de ilusiones que te hace la persona que parece atacarte:

. Tus percepciones son opciones, y no son hechos objetivos ni inamovibles.

. No ves a la persona física que arremete, sino al ser interior de esa persona que sufre, que tiene miedo y frustración.

. Cuando cambias tu percepción y eliges ver el dolor que hace reaccionar al otro con violencia, estás eligiendo la sanación de sus conflictos y padecimientos, la sanación de los tuyos y, por tanto, la paz para ambos.

. Dejas de sentirte víctima de las circunstancias para convertirte en creador de tu realidad.

No hay comentarios: